sábado, 29 de noviembre de 2008

Cada loco con su tema


Cual es el límite? hay momentos en que me pregunto cual es el límite de un ritmo de vida apresurado, lleno de estrés, lleno de cosas que hacer, comiendo mal y durmiendo poco, en que momento uno sobre pasa la barrera y comienza a tener problemas de la percepción de la realidad. Creo que es super fácil hacerlo, no está lejano ese límite y lo que es peor lo que hay despues de él. Hay días en que uno realmente no sabe si va a poder rendir según las exigencias y uno comienza a pensar cosas poco factibles, es ahí cuando me asusto, cuando pienso que es fácil pasar la línea y derrepente no saber que es real, quizás a estas alturas ya hay algo de siquiátrico en nosotros y cuando me refiero a siquitrico no me refiero a depresión o ese tipo de trastorno que está claro que en la población están presentes, si no que hablo de patologías que a veces uno cree que no son tan comunes como esquizofrenia, trastonro bipolar, etc. Me atemoriza pensarlo, sobre todo por las responsabilidades que se acechan y que si bie son etapas que unno vive, eso no significa que uno tiene todas las herramientas para poder enfrentarlas o que la capacidad de adaptación funcione como ha funciondao hasta ahora.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Walking Around


"Sucede que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
Navegando en un agua de origen y ceniza.

El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.

Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.

Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío

No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tapias mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.

No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena.

Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.

Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas.

Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejos
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.
Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,
con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran
lentas lágrimas sucias."


Pablo Neruda