
Una de las cosas que extraño de Rancagua cuando estoy en Concepción es mirar la cordillera, esta es la vista que tengo desde mi casa, tal vez la foto no alcanzó a captar lo que realemente veo, esa majestuosidad que se impone en lo más alto y profundo del cielo. Estos días han estado con sol en Rancagua y que ganas de ir , que ganas de estar un rato en la precordillera, mirando la ciudad desde lo alto, sintiendo el aire más fresco , mareandose un poco por la altura y sintiendo los oidos con un zumbido y sobre todo absorbiendo esa paz tan grande que me ha costado encontrar en otro lugar.
Bueno ahora me gustaría compartir un poema de Pablo Neruda que se llama La tierra combatiente y que se refiere a la resistencia que hizo la cordillera cuando Diego de Almagro y sus secuaces pretendieron pasar a Chile a través de ella.
Primero resistió la tierra
L anieve araucana quemó
como una hoguera de blancura
el paso de los invasores.
Caían de frio los dedos,
las manos, los pies de Almagro
y las garras que devoraron
y sepultaron monarquías
eran en la nieve un punto
de carne helada, eran silencio.
Fue en el mar de las cordilleras.
El aire chileno azotaba
marcando estrellas, derribando
codicias y caballerías.
Luego el hambre caminó detrás
de Almagro como una invisible
mandíbula que golpeaba.
Los caballos eran comidos
en aquella fiesta glacial.
Y la muerte del Sur desgranó
el galope de los Almagros,
hasta que volvió su caballo
hacia el Perú donde esperaba
al descubridor rechazado,
en el camino, con un hacha.
1 comentario:
Que lindo es mirar la cordillera desde las alturas y con las nubes entremezcladas!!!
Lo volveré a hacer, muy pronto.
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