sábado, 22 de septiembre de 2007

Nacer


Solitario viaja el ovocito mal llamado óvulo por las trompas de la mujer fértil, tal vez encuentre algo, no lo sabe, sigue su camino casi por inercia, derrepente escucha un revoloteo, se pone alerta, a la defensiva, cuando se encuentra con una turba de espermatozoides que intentan fecundarlo, las células defensoras de este femenino ovocito no eran más que una artimaña para conquistar a aquel merecedor de engendrar vida. Ahora ya no es ovocito ni óvulo ni espermatozoide, ahora es un cigoto, ahora es otra vida, diferente al coqueto ovocito y al galán espermio. Se anida, crece y se mantiene protegido durante nueve ansiosos y valiosos meses hasta que llega ese gran día, el día del nacimiento.

El día de nuestro nacimiento es lo que celebramos bajo el nombre de cumpleaños, que maravilla, pareciera que hasta el aire es distinto, uno sabe que ese día es único , tal vez alguien más cumpla año ese día pero sentimos que es personal, que es totalmente nuestro. Al hablar de cumpleaños surgen tantos recuerdos de mi infancia, fiestas a las 4 de la tarde, con manteles y gorritos del dibujo animado de moda, invitar a los amigos, ver como mis padres se preparan para aquel día, hacen la torta, arreglan la casa, mi mamá en la cocina preparando chocolate, luego jugar, jugar, comer torta, jugar, abrir regalos, recibir saludos y más saludos, en fin, la importancia del cumpleaños para mi es bastante grande quizás por la conciencia de saber que todo el recorrido que mencioné al principio, yo también lo recorrí, igual que mi hermano, mi papá, mi mamá, y toda la gente que quiero, es un camino tortuoso, no todos llegan al final, no todos tienen la opción de nacer, nosotros que la hemos tenido aprovechemos y celebremos.

pd: dedicado a mi madre que hoy estuvo de cumpleaños a quien ya no lel digo cosas por internet, he tratado de variar el medio, solo repetirle que la quiero mucho y dejarle un regalito.



Apegado a mí


Velloncito de mi carne, que en mi entraña yo tejí, velloncito friolento, ¡duérmete apegado a mí! La perdiz duerme en el trébol escuchándole latir: no te turben mis alientos, ¡duérmete apegado a mí! Hierbecita temblorosa asombrada de vivir, no te sueltes de mi pecho: ¡duérmete apegado a mí! Yo que todo lo he perdido ahora tiemblo de dormir. No resbales de mi brazo: ¡duérmete apegado a mí!


Gabriela Mistral

2 comentarios:

Mané dijo...

Hola!!

cansa con sueño y mas tuto!!

Besitos!

Feliz cumple para tu mami...atrasaditoo!!

canelita dijo...

Gracias hijita por tus lindas palabras que dedicaste en el día de mi cumpleaños, como siempre fue un lindo día el estar con toda mi querida familia y ser regaloneada .y por el rico desayuno que preparastes, y también por todos los regalitos.
Gracias mi niñita te quiero mucho